La gestión del ambiente, es la que más necesita de políticas públicas locales y participativas, es decir de alianzas entre la sociedad civil y sus gobiernos; y obrada, en este caso por una organización no gubernamental prestadora de servicios, garantiza la orientación de desarrollos con equidad social, diversidad cultural y sostenibilidad; ante desajustes económicos, financieros y culturales, la economía social ofrece herramientas de gestión solidaria que allanan el camino para la educación ambiental.
Este Programa ambiental abierto, funciona desde 1999, paralelo a la Planta de Tratamiento de Residuos; a través de campañas de prensa y difusión informa los amplios beneficios de contar con tratamiento de residuos urbanos. , insta permanentemente a los generadores, a la separación de los residuos en origen, en tres fracciones: bolsa verde para orgánicos, blanca para inorgánicos y roja para patológicos y/o peligrosos. Esta herramienta de concientización, interactúa con empresas, instituciones intermedias sean de bien público, de comunicación, de salud e instituciones educativas locales y de toda la zona, visitando aulas, participando de eventos y proyectos alusivos a la protección ambiental, y recibiendo en Planta visitas de alumnos y docentes abordando currículas referidas a higiene, salud, procesos productivos, lombricultura o gestión integral del ambiente.

La experiencia nos indica que la motivación y presencia de este programa de concientización, debe ser permanente, promoviendo y dando a conocer acciones y logros concretos de nuestro cotidiano local, fortaleciendo así el criterio preventivo de anticiparnos a potenciales conflictos urbanos, derivados del mal uso y gestión del ambiente.

Un proceso de educación no formal que coincide con el formal, que involucra a educandos y comunidad, vuelve tangible la educación ambiental, siendo ésta la clave para introducir conceptos ecológicos, hoy indispensables, para la nueva cultura de la sostenibilidad.